El sistema guarda numerosos archivos temporales en una carpeta de Windows que se va llenando y puede llegar a entorpecer nuestras tareas si no la borramos cada cierto tiempo. Para hacerlo de la forma más segura solo tenemos que seguir estos pasos:
- Abrir el Explorador de Archivos y entrar en la carpeta Windows.
- Una vez en esta carpeta, buscaremos la subcarpeta llamada Temp, que es donde están los archivos temporales.
- Seleccionaremos todos los archivos desde dentro de la carpeta y le daremos a Eliminar.
- Si bien hay ciertos archivos que no se pueden borrar, por más que lo reintentemos, al menos hemos eliminado el resto, consiguiendo tener más espacio en el disco duro y seguramente descargando de muchas tareas a nuestro procesador.
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