Aunque disfrutemos de la última actualización del sistema operativo de Microsoft, a veces tenemos la impresión de que el rendimiento de nuestro ordenador no es el que debiera. Tal vez tarda demasiado en arrancar, o la fluidez de las aplicaciones y programas ya no es la misma… ¿Existe alguna forma de arreglarlo?
A continuación te vamos a exponer algunos sencillos pasos para conseguir un mejor rendimiento en tu PC con Windows 10:
- Minimizar el archivo de paginación, en Propiedades del Sistema, Memoria Virtual, y rebajar el Tamaño Personalizado de la memoria a 1 Gb hasta 4 Gb, por ejemplo.
- Cambiar un disco duro SATA por un SSD, sobre todo para la instalación del sistema operativo, hará que éste arranque más rápido.
- Desactivar los efectos visuales en las Propiedades Avanzadas de la Configuración.
- Administrar las entradas de Inicio de Windows para que el arranque sea más rápido.
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