Gracias a esta opción, que aparece en todos las versiones de Windows, el ordenador se apaga casi por completo, o al menos así parece, pero en realidad se queda en un estado de standby en el que apenas gasta electricidad, y sin embargo, se puede recuperar mucho antes en un reinicio, con solo tocar una tecla, por ejemplo, para que no tengamos que abrir sesión cada vez que lo “encendamos”. Esto viene bien, por ejemplo, para dejar documentos guardados pero abiertos en nuestra última sesión.
Lo mejor es que suspender el PC es muy sencillo:
- Acudiremos al botón de Windows, normalmente ubicado en la esquina inferior izquierda.
- Allí buscaremos las opciones de apagado, cambio de sesión, etc… Como si fuésemos a apagar el PC de manera manual, como hacemos normalmente.
- En lugar de darle a Apagar, que suele ser la opción predefinida, clickamos sobre la pestaña que se abre a la derecha y buscamos Suspender.
- Una vez que hayamos dado a ese botón, el ordenador tardará unos segundos en “apagarse”, aunque se mantendrá, como decíamos antes, en un estado de standby del que puede salir con solo tocar una tecla.
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