En ocasiones estamos trabajando con diferentes aplicaciones y programas a la vez, y es un poco complicado y fastidioso el ir cambiando constantemente entre una y otra. Lo ideal es tener dos monitores para poder disponer en cada uno de ellos de uno de esos programas. Pero la solución es más sencilla que eso, y la podemos realizar solo con tener Windows 10.
Se trata de dividir en dos la pantalla, para que en cada parte aparezca una de esas aplicaciones. Se puede hacer de una manera muy sencilla siguiendo estos pasos:
- Abre la aplicación que quieras mantener en uno de los dos lados de la pantalla y cuando estés en ella, pulsa Win (tecla de símbolo de Windows) + Derecha o Win + Izquierda, dependiendo del lugar que quieres que ocupe esa app en tu pantalla.
- Automáticamente la pantalla se divide en dos, y en un lado aparecerá esa aplicación.
- En el otro lado tendremos que escoger qué aplicación queremos dejar en primer plano, para disponer de las dos a la vez, algo muy útil cuando estamos tomando referencias, por ejemplo.
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